Tienes muchas razones para consumir producto ecológico y llevar una dieta(o camino vital) vegano o vegetariano.
· Económicas: Tal y como está la economía familiar y social; las pocas garantías, los escándalos, las adulteraciones, la química y la manipulación de los alimentos convencionales, que ponen en juego nuestra salud y la de los nuestros; la dieta vegetariana y ecológica, responde a una necesidad de volver a tomar el control de nuestra salud y la de nuestra familia. Recuerda que a pesar de lo que se diga la base y fundamento de la alimentación de nuestra especie son: Los cereales, las legumbres, las semillas y las verduras. Una dieta basada en ello es saludable y económica.
· Éticas hay grandes campañas de concienciación anti-especistas, que muestran la cruda realidad del consumo y explotación de otras especies, por parte del humano y el sufrimiento y la injusticia que conlleva.
· Espirituales, muchas tradiciones espirituales han promovido el vegetarianismo, como modo de vida.
· Ecológicas, el consumo de carne y su demanda está contribuyendo a la deforestación a cambio de pastos, y el gran problema del tratamiento de los residuos, convirtiéndose en una dieta poco sostenible y que abre aún más la brecha entre países pobres y ricos.
· Salud, realmente no sabemos lo que consumimos. Hay poca información en las etiquetas de los productos, poca gente sabe qué conservantes y químicos hay detrás de esas numeraciones. La sociedad de consumo, además, crea unas necesidades falsas sobre alimentos-medicina-milagros; contribuyendo a la manipulación y confusión del consumidor. No sabemos cuantas hormonas y antibióticos subministraron a ese animal del cual proviene ese bistec o ese inocente yogurt.
· Que tu alimento sea tu medicina, dijo Hipócrates. Una alimentación basada en el consumo convencional nos hará enfermar. Engrosando así el bolsillo y la mafia de las farmacéuticas. Es muy fácil caer en esa rueda. Experimentan con nuestra alimentación-enfermamos-experimentan dándonos medicinas.
· Amor a la tierra. El cultivo masivo, para el ganado, para los biocombustibles (un tema muy controvertido)y para el consumo humano está llevando a la expansión de los cultivos transgénicos. Parece ser que la política de España tiene carta blanca para acoger este tipo de cultivos. Los animales, insectos, el agua, la polinización y en última instancia el humano estará en contacto directa o indirectamente con las manipulaciones genéticas ignorándose las consecuencias en todo el ecosistema(incluido el humano) a medio plazo.
Este tipo de cultivo, además, de semilla estéril obliga al agricultor a comprar las semillas para la cosecha del siguiente año; y unas pocas empresas deciden sobre el futuro de la salud mundial y de la soberanía alimentaria. Volviendo a la rueda antes nombrada: Manipulación de nuestros alimentos-enfermedad-farmacéuticas.
· Amor a la tierra II: El consumo de las frutas y verduras de temporada, es el consumo consecuente para nuestra salud. La naturaleza es sabia y según la estación nos ofrece aquello que nuestro cuerpo necesita. Hay que ser un consumidor responsable y saber, por ejemplo que no hay naranjas en verano. Consumir frutas y verduras fuera de temporada contribuye a la explotación antinatural de la tierra, a romper sus ciclos; a costosas y poco sostenibles exportaciones de otros confines...y a la pobreza de la tierra propia, abandono de campos y por lo tanto dependencia económica. Lo hemos olvidado...pero la riqueza y la base económica de un país es su agricultura y su autogestión en el consumo.
El consumidor ecológico es un ser consciente y consecuente.
Artículo escrito por Rosa Benito para Revista Orígenes digital
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