Sanar la madre con Flores de Bach


Una de las formas de tomar consciencia de nuestra propia feminidad es analizar la relación que tenemos o hemos tenido con nuestras madres 



 Si nuestra madre no era afectuosa o si consideras que era sobreprotectora, si era una madre ausente, o sufriste su pérdida; si era rígida en exceso, o sumisa y débil o si por el contrario, era una madre asfixiante y dependiente… Todo ello lo llevamos grabado y nos limita a la hora de mostrarnos tal y como somos en realidad. Deberíamos tener en cuenta, también qué tipo de relación establecía tu madre con los hombres. Ella fue tu modelo, ella fue tu maestra, y ella a su vez aprendió de la suya, y así sucesivamente… hasta que nuestro linaje femenino se pierde en la noche de los tiempos. Debemos honrar nuestro linaje femenino...pero desde nuestra libertad, haciendo libres también a nuestras antepasadas de todo el peso de los sistemas de creencias, que las sometieron y nos someten.
Uno de los grandes trabajos si eres madre también, es desprenderte de estos patrones negativos, para no traspasarlos a tus propios hijos, en especial a tu hija; respetando su esencia divina y limitándote a tus funciones desde el amor incondicional, creando un ser libre, ilimitado y creativo.

El primer paso hacia la curación es ser consciente, de lo que no te pertenece, de lo que es aprendido y heredado, e irse desprendiendo de ello.
El segundo paso es el perdón. Ten la certeza de que ella seguramente lo hizo lo mejor que supo, y perdona…Deja el rencor, deja los recuerdos que te atan. Todo eso te impide disfrutar del presente y por lo tanto afectará en la creación de tu futuro.
El tercer paso es el encuentro contigo misma, aceptarte y amarte.

Las Flores de Bach te puede ayudar a resolver conflictos con tu feminidad, puede subsanar con el perdón el daño que te hayan podido hacer, puede liberarte de pautas de las que no eres ni consciente, y te pueden acompañar en lo más importante: el retorno a tu esencia.
El pino (pine) te puede ayudar a subsanar el resentimiento y desencadenar el proceso del perdón
La centaura (centaury) nos ayuda a decidir lo más conveniente para nosotras, refuerza nuestro poder perdido y ayuda a saber decir “no”
Manzano silvestre (Crab apple) para aceptarnos tal y como somos, y a liberarnos de posibles traumas o creencias nocivas acerca del sexo.
Madreselva (Honeysuckle) para aquellas personas que se refugian en el pasado o en la fantasía, evitando plantarle cara al presente.

Podemos acompañar las esencias florales,(Flores de Bach) también con esencias vibracionales de cristales y gemas
Esencia de Obsidiana  para sacar a la luz nuestros patrones y poder trabajar conscientemente con ellos
Esencia de cornalina para reforzar y conectar con nuestro centro de poder.
Esencia de piedra luna propicia el trabajo con los sueños. Despierta la sensibilidad y la ternura

Artículo escrito por Anamchara, para Revista Orígenes digital
Todos los derechos reservados
Puedes hacer tu consulta a Anamchara, sobre Flores de Bach y esencias vibracionales en nuestra sección Consultorio

2 comentarios:

  1. te entiendo,creo que todas las hijas hemos tenido alguna vez una conversación pendiente con nuestras madres.Yo durante mucho tiempo no perdoné a la mia que se fuera tan pronto

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  2. Uno de los retos del perdón, una vez hemos perdonado a los demás es el perdón a uno mismo.Si comentas que tu madre te decepcionó al marcharse pronto de tu lado, esto también te puede haber creado un sentimiento contrario de culpabilidad, en el fondo sentirte mal por reprocharle su marcha(que ella posiblemente tampoco quiso)No hay que luchar contra los sentimientos, son una parte de nosotros y son grandes maestros. Acoge tus sentimientos contrarios, observalos y déjalos pasar. te recomiendo una mezcla de flores de bach: pine, Holly, y Willow
    Gracias por tu comentario
    Anamchara

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